La primera en emitir con la tecnología digital Radio Renacer DAB+ Descarga nuesta APP Radio Renacer Android e Ios

 

Adriana Sánchez Valencia

Adriana Sánchez Valencia

Pastora

Nacida en Cali, Colombia, en el seno de una familia humilde y trabajadora, siendo la quinta de nueve hermanos. A pesar de las dificultades, nunca nos faltó lo esencial, y mis padres siempre priorizaron la educación en nuestro hogar.

Desde joven, la fe y el amor por Dios han sido pilares fundamentales en mi vida. A los 7 años, mi madre nos llevó por primera vez a una iglesia evangélica, donde empecé a conocer a Dios. Sin embargo, fue a los 18 años cuando mi fe se consolidó y comencé a participar activamente en la vida de la iglesia.

Radio Cristiana Renacer nace de una profunda sed y hambre por predicar el evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Desde su fundación, nuestra misión ha sido llevar el mensaje de salvación a través de las ondas radiales, permitiendo que más personas puedan escuchar, conocer y experimentar el poder transformador de Dios. Somos una emisora comprometida con predicar un Evangelio que trae perdón, sanidad y restauración a las vidas de nuestros oyentes, sin importar su trasfondo espiritual, moral o físico. Creemos que Dios es capaz de sanar y liberar al ser humano en todas sus dimensiones: espíritu, alma y cuerpo. Nuestra emisora es más que un medio de comunicación; es una plataforma que exalta el nombre de Jesucristo y proclama Su obra redentora a toda persona, con el propósito de llevar esperanza y renovación espiritual.
Nuestra visión en Radio Cristiana Renacer es clara: Jesucristo es el principio y el fin de todo lo que hacemos. Él es el autor y consumador de esta emisora, y nuestra meta es llenar los aires de cualquier ciudad o región donde se escuchen nuestras transmisiones con un mensaje que inspire un verdadero renacer espiritual. Queremos que cada oyente descubra que Jesucristo tiene el poder de transformar su vida desde lo más profundo del alma. A través de nuestras transmisiones, proclamamos que la muerte no es el final, sino el comienzo de una eternidad. Para aquellos que creen en Jesucristo, la promesa de una vida eterna con Dios es real y segura.