Nacida en Cali, Colombia, en el seno de una familia humilde y trabajadora, siendo la quinta de nueve hermanos. A pesar de las dificultades, nunca nos faltó lo esencial, y mis padres siempre priorizaron la educación en nuestro hogar.
Desde joven, la fe y el amor por Dios han sido pilares fundamentales en mi vida. A los 7 años, mi madre nos llevó por primera vez a una iglesia evangélica, donde empecé a conocer a Dios. Sin embargo, fue a los 18 años cuando mi fe se consolidó y comencé a participar activamente en la vida de la iglesia.